Dos años de reinvención

Dos años de reinvención
Aquel 28 de mayo de 2012 todo empezó... Haz click y descubre las entradas especiales por el segundo aniversario del blog.

sábado, 11 de mayo de 2013

De la autoimagen a la violencia

La violencia es una herramienta empleada por muchos seres humanos para solucionar aparentemente un problema propio y que consiste en la agresión hacia otra persona, tanto física como psicológicamente. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, va más allá. Hay diversas causas, distintos tipos y una pieza maestra que conecta toda esta teoría.

Lo primero es descubrir la causa de esta, por qué la utilizan los violentos. A rasgos generales, se trata de una clara inestabilidad emocional, pero si concretamos podemos observar que se debe a multitud de razones. Destaquemos el entorno, un factor determinante que influye en la ideología de una persona. Por ejemplo, si un pequeño observa continuas discusiones en las cuales su padre agrede a su madre (pegar, insultar o menospreciar, es indiferente, al final y al cabo es violencia) formará un concepto sobre las mujeres o sobre los hombres que se manifestará en un futuro inmediato. No obstante, el entorno no es la única razón, sino que también entran en juego la inadaptación o la frustración, incluso la venganza hacia un grupo de personas y el miedo a alguien a quien detectamos como una amenaza. Sin embargo, quizás, la causa principal por la que agreden los violentos es el odio, un odio a lo diferente, a aquello que no se ajusta a su visión, que no tiene cabida en esa persona.

Si observamos atentamente todas las causas anteriormente citadas es posible que distingamos una característica en común, un lazo que los une: la autoimagen. La autoimagen no es nada más que un concepto técnico empleado por psicólogos para referirse a lo que todos conocemos como amor propio. A pesar de esto, los humanos vivimos en sociedad, no podemos ser tan egocéntricos como para no darnos cuenta que hay algo más grande que nosotros: nuestro alrededor, el mundo. No obstante, el mundo no es igual para todos, sino que las visiones varían en función de la persona, aunque en ocasiones estemos muchos de acuerdo en los mismos asuntos. Por lo tanto, el estado de la imagen personal y la visión del entorno influirán en el grado de violencia de una persona.

A continuación, hablemos de tipos. La física, la psicológica, la machista, la racista y la clasista son algunas variantes de violencia. Pero preferiría hablar sobre clases de violentos que están presentes hoy en día, aplicando la teoría que hemos desarrollado anteriormente. Probablemente la figura más famosa de violento es el terrorista, movido por sus dogmas religiosos o ideología política cuya opinión no corresponde con la del resto del mundo. Otro grupo serían los piquetes que se forman durante una huelga y los cuales quieren imponer su derecho a manifestarse como si fuera un deber a través de la violencia al resto de trabajadores. También cabe resaltar a los skinhead que consideran la raza blanca como superior y se dedican principalmente a una violencia racial. Se podría nombrar además a los miembros de Ultra Sur, que defienden extremadamente el honor de su equipo, el Real Madrid. Los okupas, aunque no necesariamente violentos, se suelen enzarzar con la policía cuando los desalojan de una vivienda inhabitada, denunciando así el derecho a un hogar. Por último, otra banda a destacar son los latin kings, una organización latinoamericana que delinque y se enfrenta a otras muchos grupos con pensamientos distintos al suyo.

Concluyendo, en la violencia entran en juego la autoimagen y la visión del mundo. Si alguien altera tu visión de ti mismo y de tu alrededor corres el peligro de volverte agresivo. Aceptemos que no todos pensamos igual y que cada uno puede observar un mismo fenómeno desde distinto plano. Si empleáramos todas las fuerzas que malgastamos con la violencia en unir todos esos puntos de vista para crear una imagen completa, hablaríamos de un mundo digno donde vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario