¿A seguir con qué? ¿Con esta agradecida vida que, en ocasiones, me engaña como hacen los trileros? ¿Con un blog sin respuesta a ninguna pregunta suspendida en el tiempo? ¿Con mis reflexiones internas que invitó a leer a todo tipo de público? No sé cómo continuar, ni tengo nada planeado. He cambiado mucho, antes no cesaba de mirar con intriga hacia el futuro, ansiaba salir de un agujero demográfico como en el que me encuentro y empezar de cero. No obstante, ahora que realmente me conozco -seguiré sorprendiéndome, no tengo aún la vida hecha, tranquilos- sé que realmente no deseo eso.
Estoy con quien deseo estar hoy y estas cálidas palabras de El cabrón empedernido no hacen más que reafirmar mi decisión actual: aprovechemos el presente.
<< [...] para mí su blog es una más de sus aventuras como la radio que se propuso hacer, o hasta la retransmisión de vídeo por Internet que un día me planteó, y de la cual no volví a oír absolutamente nada. De todos los proyectos que me ha comentado que le gustaría hacer, puede que no haya hecho ni la mitad. Pero curiosamente, en ningún momento llegó a mis oídos por parte de su voz nada de un blog, y sin embargo, ha sido la idea que mejor ha puesto en práctica, y más tiempo ha mantenido a flote. Esperemos que los estudios no pasen factura, y nos siga deleitando con sus reflexiones durante mucho tiempo, y con la misma calidad o incluso más, si es que todavía puede superarse. [...]>>
El cabrón empedernido
Este punto de su entrada me ha causado una gran carcajada. Es verdad, he intentado probar todo, sin finalmente llegar a hacer nada. Quizás esta algarabía de ideas dentro de mi cabeza solamente era una llamada para que continuara buscando, hasta dar con lo que realmente me proporciona plenitud: escribir. No obstante, mi aventura no termina en este blog. Mi próximo reto es publicar un libro -mejorando previamente mis dotes de escritura-, pero esta vez, será poético. Basta ya de reflexiones. Intentaré buscar la certeza a través del lenguaje metafórico.
No os asustéis, queda Imperativo Categórico para rato. Esto no es más que un alto al fuego, un instante para reflexionar cómo este proyecto ha cambiado mi forma de entender el mundo y -al menos eso espero- cómo ha podido servir de apoyo en la vida de mis lectores. Os dejo con el enlace del detalle que ha tenido conmigo El cabrón empedernido. No tiene desperdicio: Un año de reflexiones
<< Gracias por este año de Reflexiones de un Imperativo Categórico, pero sobre todo, por un año más de amistad que va pareciendo más corta a la vez que se alarga.
El cabrón empedernido
Y yo esperando un comentario en las novedades de blogger como un idiota... Mi cara al ver el tweet en el que anunciabas esta improvisada entrada no ha tenido precio. No me la he visto, pero se la mueca que he puesto.
ResponderEliminarNo se qué mas decir, creo que he dejado latentes todas las cosas en mi entrada. Luego me salen por ahí anónimos preguntando que dónde está el cabrón que dice escribir el blog, y al final parece que van a llevar razón jajajaja
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