¡Pregono que la cultura ha pasado a una mejor vida! ¡Cuantos artistas teníamos, han desaparecido! Ya no queda ni un Cervantes, ni un Picasso, ni una Rocío Jurado, ni un Sancho Gracia. Todos murieron gracias al fomento de la anticultura.
La cultura es básicamente un recurso para ignorar la realidad. Una realidad pésima que nos enviste como un toro, de frente, causándonos una frustración y decepción inmensas. La cultura era nuestro único método para evadirnos de este país vergonzoso, tarareando la letra de una canción pegadiza, viendo una comedia o una tragedia, o leyendo acerca de la libertad y las ganas de vivir. Una cultura que ya no nos queda.
La drástica subida del IVA en estos lares no traerá consigo un aumento del consumo. Ni mucho menos. Esta magnifica reforma sólo hará que echemos mano de nuestra billetera, veamos una telaraña remplazando esas monedas que antes nos sobraban, la cerremos y suspiremos. Los pequeños placeres nunca habían sido tan caros.
Pero ésta no es la única razón por la que tengamos que despedir a la cultura. Nada de eso. El excelentísimo ministro Wert ha anunciado, junto a una reforma educativa que analizaremos en otra ocasión, que eliminará en un futuro las enseñanzas artísticas, y reducirá gastos en Humanidades. Adiós a los literatos, pintores y actores, que se van para no volver. En la historia de España, esto marcará un antes y un después el cual será, obviamente, el fin de la propia historia. Sin cultura, sin innovaciones, sin pensadores, la historia y el desarrollo se estanca, y España también. A decir verdad, ya lo está.
¿Y quién será el culpable? La sociedad. Si el cine fracasa será porque un trabajador de a pie no pagará 12 euros para ver un largometraje. Eso dicen los políticos, sabiendo realmente que ellos mismos son los causantes del final de la intelectualidad en España. La Ilustración que comenzó en el siglo XVIII acaba de finalizar. Españoles y españolas, la cultura ha muerto.
Impresionante. No tengo más palabras. Me ha encantando.
ResponderEliminarMe alegro :) Me salió del alma, sin duda.
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