Dos años de reinvención

Dos años de reinvención
Aquel 28 de mayo de 2012 todo empezó... Haz click y descubre las entradas especiales por el segundo aniversario del blog.

miércoles, 30 de enero de 2013

Fuenteovejuna, todos a una

<< ¿Quién mató al comendador?
Fuenteovejuna, señor >>


Nos esforzamos por hacernos oír, a pesar de que nuestra voz sea diminuta, casi nula. Intentamos tener voto a nivel individual pero, siendo objetivos, sabemos que se trata de una tarea casi imposible. Sin embargo, quizás los ojos de un colectivo puedan tener una visión más amplia del mundo y más medios para modificarlo. Reconocemos que una sola persona, por muy carismática que sea, no puede destruir los enloquecidos cimientos de esta sociedad si no se rodea de hombres que apoyen, alaben y realcen su propuesta.

No obstante, nuestra inutilidad como seres humanos nos deja siempre en evidencia. No sabemos trabajar en equipo porque hemos crecido en un ambiente de individualismo. Individualismo y rivalidad. Querer ser "el mejor" y no "los mejores". Así nos va a los españoles, que hemos escrito una historia contemporánea monótona y repetitiva. Decenas de constituciones, algunas sin promulgar; cientos de leyes nunca impuestas. Esto se debe a que solamente encomendamos la tarea a un único ser (o a varios que, irremediablemente, por mutualismo, se pueden considerar uno solo). Necesitamos trivialidad de ideas, lluvia de intelectos, no solamente dos posiciones contrapuestas.

Hipocresía es avergonzarnos de un país sin futuro y después cantar las victorias de nuestro deporte a grito de "yo soy español". En ocasiones pienso que nos interesa más una copa de oro que una economía y cultura próspera. Parece que salvo "La Roja", nadie sabe cómo trabajar en equipo, porque nuestro declive cada día es más evidente.

Sinceramente, no podemos sentirnos orgullosos de ser españoles, ni europeos, ni siquiera ciudadanos del mundo. Somos mediocres y lo tenemos que asumir si queremos avanzar. Debemos aprender a aliarnos, como Fuenteovejuna, pueblo de obra lopesca que nadó a contracorriente para vencer lo impuesto y, de esta manera, prosperar. Los que andan siempre unidos, jamás serán vencidos. Todos maquinaron la muerte del comendador, cada uno aportó su parte, y a pesar de ello, el pueblo entero no recibió duras represalias.

Espero que algún día nos fijemos una meta y trabajemos mano a mano para alcanzar ese objetivo. Espero que pronto podamos pronunciar, henchidos de felicidad y razón:

<< ¿Quién emergió de la decadencia?
España, la  mejor >>


martes, 29 de enero de 2013

Retrato de un futuro fracaso humano: Entrega 13

- Esta, amigos, es la llave de una de las magníficas viviendas de Toledo - contestó a la encantadora pareja aquel historiador.

La pintora y su hispano habían acudido a desvelar aquel misterio que colgaba del cuello del pequeño Sahmuel la última vez que la chica lo vio.

- ¿Y por qué un judío residente en Alemania poseía esta llave?

- ¡Oh, querida mía! Todo el planeta está conectado. Al igual que los dos mundos que conocemos: Oriente y Occidente. Los países subdesarrollados y los que, afortunadamente, no sufren un declive, también lo están. Lo que pasa en un extremo, repercute en el otro. España tiene mucha historia e irremediablemente está conectada con otros países que también poseen esta cualidad, como es el caso de Alemania. Los Reyes Católicos, allá por el 1492, plantearon a los judíos una cuestión: o se convertían al cristianismo y daban la espalda a sus sinagogas o deberían abandonar la península, o como estos denominaban, Sefarad.

- Estás en lo cierto - añadió Francisco - El mundo, en resumidas cuentas, es una bomba. En múltiples ocasiones admiramos, sin mover un solo dedo, como la mecha se prende en la zona opuesta a nosotros, a sabiendas de que si algún día explota, todos sufriremos las consecuencias del estallido.

La joven artista le hizo entrega al anciano de la llave. Él la aferró con toda la fuerza que le proporcionaba su mano repleta de arrugas y marcadas venas. El historiador, natal de la capital de Castilla La Vieja, hizo la promesa de acudir a Toledo y así conmemorar la memoria de Sahmuel. Tal vez, la muchacha no vengaría su muerte, ya que no podía luchar contra un régimen completo, pero sí podría cerrar un círculo de tradición antisemita. Quizás, nadie de su familia volviera a pisar aquella casa toledana pero, al menos, aquella estirpe judía obligada a abandonar su pueblo a raíz de la xenofobia de unos cuantos seres injustos, podría reposar de nuevo en aquel que fue su primer y único hogar.


jueves, 24 de enero de 2013

El mundo casi perfecto de un Dios imperfecto

Dios creó el mundo en siete días. Tan solo una semana para confeccionar un Universo que podríamos jurar que roza la perfección. Aunque, ¿qué es lo perfecto? Las religiones aseguran que su propio Mesías lo es, y esta es la verdad más absoluta. No obstante, si afirmamos que este taciturno mundo nos muestra a veces su cara más dura, ¿de veras un Dios de virtudes infinitas pudo crear un mundo plagado de defectos?

Sin embargo, no pretendo repetir (como asiduamente hago) todo lo pésimo que nos rodea día a día. Hoy vengo a hablaros de cómo ese señor, al cual caracterizamos con sandalias, túnica impecable y larga barba blanca, pudo poblar el vacío de tan increíbles maravillas.

Pudo crear un mundo integrado por miles de especies animales y vegetales, agradable donde los haya; y supo establecer relaciones entre ellos. A los primeros les dotó de los instintos de supervivencia y muerte para que supieran cómo sobrevivir ante un mundo cruel y engañoso. Y, todavía incansable, dio forma a los humanos proporcionándoles la razón, lo único que nos diferencia de las bestias.

No obstante, esta es sólo una diminuta visión de un alrededor desmesurado. Hay tantos aspectos por los que sorprenderse, tantas piezas que encajan por muchos cabos que queden sueltos... Absolutamente increíble.

Sin embargo, no todo es visible directamente. Hay pequeños matices que tienen gran repercusión en nuestra existencia. Es el caso del sexo. Ese tema tabú que muchos defienden practicar una vez contraído matrimonio, otros que prefieren las relaciones prematuras. Pero no entraremos en este acalorado debate, en esta ocasión no. Lo único que cabe nombrar es el acertado mecanismo del sexo y la procreación.

Asistimos ante una guerra entre dos formas de reproducción continuamente. Como animales que somos poseemos el curioso instinto de la reproducción. Una bacteria puede formar copias idénticas de sí misma en cuestión de minutos, aumentando una población cada vez más numerosa. Por el contrario, nosotros, seres humanos, no nos reproducimos masivamente sino que sabemos mitigar esta reacción propia de los animales. Podemos decidir si practicar sexo o no, si perpetuar la especie o extinguirla a falta de individuos. Sin embargo, ¿cómo la evolución se asegura que continuaremos existiendo? El placer que nos produce la copula. ¿Realmente procrearíamos por el simple hecho de perpetuar al Homo sapiens? ¿O quizás no actuaríamos sin recibir inmediatamente algo a cambio, como es en este caso, el orgasmo?

Sin duda, son insignificantes detalles que prueban que fuera quien fuese quien nos modeló, debía tener las ideas claras y un retorcido plan esquematizado. Y es que, desde un principio, conocía el comportamiento de unos seres humanos que inevitablemente buscan el deseo, el placer y el bienestar propio. Imperfecto debería ser nuestro creador, pero a la vez, qué portentosa inteligencia y precisión poseía.


Nosotros mismos somos nuestro más adorado creador y nuestro principal destructor

martes, 22 de enero de 2013

Retrato de un futuro fracaso humano: Entrega 12

Aquella imagen era tan difusa... ¿Fantasía o realidad? Tenía delante al hombre de su vida y no sabía qué hacer para amarrarlo y no dejarlo partir nunca. Aun sin conocer si aquella perfecta imagen era fruto de su imaginación, se aproximó a sus carnosos labios. Y lo sintió.

Un beso voraz y pasional, a la par que tierno y dulce, le hizo caer en la cuenta de que aquel sueño era tangible, completamente real. Una búsqueda tan ardua como ineficaz daba sus frutos en el presente. Su español, aquel del que se había enamorado a pesar de no conocerlo en persona, la acompañaba, le había devuelto el beso, la sostenía de la mano mientras de su boca exhalaba palabras de dulzura infinita.

- ¿Dónde estamos? -logró pronunciar, aturdida, la pintora.

- Estás en mi país. Un país devastado y que ha sufrido el hambre, la penuria y la desilusión que conlleva una guerra. Un país que, inevitablemente, rejuvenece al poder contar con tu presencia. Bienvenida a España, bienvenida a mí.

La joven sonrió. Sonaba tan poético, tan surrealista... Demasiado ornamental, siempre había sido una chica independiente y había detestado ese tipo de romanticismo desenfrenado. No obstante, la ocasión podía hacer una excepción en ella.

- Una pregunta indiscreta, señorito X. ¿Cuál es tu nombre real? -preguntó, curiosa.

- Francisco. Me llamo Francisco. ¿Y el tuyo?

Una muestra de picardía se hizo visible en el rostro de la muchacha.

-Para ti, señorita Y.


sábado, 19 de enero de 2013

Literatura Vital (IV): Proverbios y cantares

¡Ojos que a luz se abrieron
un día para, después,
ciegos tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver!

***

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

***

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Proverbios y cantares
Machado, A.

jueves, 17 de enero de 2013

Alma


El ser humano se compone de cuerpo y alma. El primer elemento, tras morir, se deteriora y se reduce a una retahíla de huesos que no consiguen demostrar qué o cómo fuimos en vida. No obstante, dicen que el alma vaga eternamente, es lo único que se mantiene tras nuestro fallecimiento. Algo etéreo, no tangible.

Seamos creyentes, agnósticos o ateos, no es aconsejable manejar un término tan sacro como este como si de un juego de niños se tratase. No solo las religiones hablan del alma, también filósofos, incluso el escritor Pablo Neruda el cual expresa que la risa es el espejo del alma. Si esa carcajada espontánea no emana de tu boca, no posees alma, no puedes considerarte humano.

El cuerpo, cárcel del alma, según Platón, quien daba especial importante a esta abstracción. Para el griego, el cuerpo es de naturaleza material por lo que pertenece al mundo de lo sensible. Por el contrario, el alma, unida al mundo inteligible, es de naturaleza espiritual. Por lo tanto, ¿es de veras una figura corpórea el lugar idóneo para nuestra alma? ¿O esta no es más que una jaula que impide su libertad y retorno a su origen puro?

Quizás algunos piensen que el alma solamente es una táctica religiosa para llenarse los bolsillos. Absuelve tus pecados, vuelve cristalina tu embarrada alma y asegúrate un puesto en el Paraíso. No obstante, y como se ha señalado anteriormente, esta idea se concebía ya antes del boom cristiano.

Cabe destacar un capítulo de Los Simpsons que ilustra perfectamente este asunto. Bart vende su alma a cambio de unos míseros dólares. No le da importancia, para él el alma no existe. Sin embargo, su subconsciente no piensa igual y todo en su vida comienza a cambiar. Todo lo bueno que había en ella, como el afecto hacia una madre, deja de serlo. Solo logra sentir neutralidad. Esto nos plantea una interesante cuestión y es si podríamos vivir sin aquello a lo que denominamos alma. Buena metáfora es la de las barcas: todos los niños con alma consiguen avanzar por el lago remando, sin embargo Bart, que carece de ella, solo consigue dar vueltas en círculos: no tiene a su compañero espiritual para poder moverse sobre las relucientes aguas.

Sinceramente, el alma la forjamos día a día. Nadie nace con este don, lo tenemos que adquirir a base de esfuerzos y sacrificios. Quizás el alma no sea ese personaje que simbolizamos como una silueta etérea idéntica a nosotros, pero sí es verdad que, tras despedirnos de este maravilloso mundo, una parte de nosotros continúa formando parte de él. Sí, tal vez nuestra existencia no repercuta en generaciones futuras, pero nuestra alma permanecerá para siempre en el recuerdo de aquellos que, durante nuestra efímera vida, nos han amado.

martes, 15 de enero de 2013

Retrato de un futuro fracaso humano. Entrega 11

La joven había sido atizada con gran potencia y la inconsciencia se apoderó de ella. No pudo estar presente cuando aquel misterioso desconocido la transportó hasta su deteriorada furgoneta. No cayó en la cuenta de que recorrió muchos kilómetros, traspasando fronteras. No pudo presenciar cómo, tras interminables horas de viaje, llegaba a un país en el cual la situación era tan nefasta como en su Alemania natal.

El sueño tergiversó su realidad. Imaginó seres monstruosos, hadas de cuentos, lagos tan profundos como la garganta de aquel gallo que siempre cacarea al amanecer. Como si de una pintura surrealista del gran Dalí se tratase, perfiló formas inimaginables, situaciones confusas. La vida es sueño, dijo Calderón de la Barca, y ella todavía no sabía si aquello que rondaba por su mente era un mundo real invadido por la locura y el sinsentido o nada más que un sueño despierto.

Se hizo la luz al fondo del túnel. No sabía si aquello significaba su súbita muerte o el destello de un futuro esperanzador. Sin pensarlo dos veces y arriesgándose a perder, corrió hacia ese atisbo de calidez rodeado de un frío negror. Alargó la mano y rozó aquella silueta de tacto ardiente semejante al propio fuego. De esta forma, volvió en sí y pudo observar el destello de la sonrisa de su querido español. Aquellas ojeras perfiladas por el conflicto bélico que tan bien describía en sus epístolas habían sido sustituidos por juventud y luminosidad. Era tan hermoso...

Se perfiló en ella una sonrisa bobalicona. Aquel sueño era tan maravilloso que no quería despertar, en el caso de que aquello fuera fruto de su mente. Era demasiado perfecto para ser cierto. Tal vez la imaginación le gastara una broma pesada o, quizás, el abstracto de la vida le proporcionara una nueva oportunidad para ser feliz. Al fin y al cabo, ¿cómo podemos distinguir entre fantasía y realidad si nuestro mundo peca de surrealismo?


lunes, 7 de enero de 2013

Blogger@s (I): El placer

<< El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo y la inquietud en el alma. >> (Epicuro de Samos)

Como asiduamente hago (ay, repetitivo de mí), comienzo mi reflexión con la cita que recoge a la perfección toda esa amalgama de emociones, opiniones y sensaciones que pretendo transmitir a mi difícil deleitable público. Sí, vosotros que, no os contentáis con nada. Vosotros que habéis perdido la bobalicona sonrisa de enamorados, la ilusión de un niño al avistar un dulce caramelo.

Me dirijo a personas que catalogan el placer como prohibido; el tabú que, muy presente hoy en día, nos impide cumplir nuestros deseos. Recrimino siempre a la religión cristiana (tal vez mejor debería culpar a unos ignorantes creyentes) de infundir ideas muy equivocadas. Jesucristo difunde un mensaje de amor al prójimo y de ayuda mutua, muy correcto para aquellos tiempos en los cuales el teísmo lo dominaba todo. No obstante, en la actualidad, enlatados en una sociedad liberal y egocéntrica, solo podemos pensar en nuestro propio bien. Ahora caemos en la cuenta de que nadie actuará por nosotros, ni nuestro mejor amigo, ni el más piadoso de los dioses. Sin embargo, a pesar de esta realidad en estos instantes desvelada, todavía continuamos prejuzgando al placer como algo negativo.

Placer es disfrute, y el disfrute da sentido a nuestra paupérrima vida. Retomando a Epicuro, el filósofo griego constituyó una ética en la cual el placer era el objetivo de la vida humana, nuestro bien más preciado. Se trata de una idea que retomamos en estos tiempos de "Mc Donalds" en cada esquina y sexo explícito y desenfrenado. Un modelo vital que emulamos tras una Edad Media eclesiástica tan extensa como presente hasta hace unas décadas.

Solemos relacionar el placer con el sexo. Quizás sea así ya que en las relaciones sexuales y extramatrimoniales es donde ha residido la mayor parte de este tema tabú. Una prohibición que en el siglo XXI ha quedado obsoleta. Aquello de guardar castidad hasta el enlace matrimonial es ideología del pasado, tal como observamos en niñas de trece años recién desvirgadas. ¿Se trata esto de un avance en la sociedad o el engendro resultante de un progreso descomunal?

No obstante, ¿hasta qué límite es aconsejable llevarse por los deseos? Epicuro nos recomienda hacer un "cálculo de valores" que, desde mi punto de vista, siempre acaba siendo un desastre. Nos dejamos llevar por aquello del carpe diem y hacemos lo que nos apetece en un futuro inmediato, ignorando lo que esta decisión puede acarrear a la larga. Ya reza esto la tradición católica: Adán y Eva fueron obligados a abandonar el Paraíso por morder la jugosa y deliciosa manzana. Y tú, ¿estás dispuesto a saborear la fruta con el rojo más intenso y placentero?


Rubén J. Almendros Peñaranda, Reflexiones de un Imperativo Categórico






Empecemos como siempre se debe hacer, por el principio. La definición de placer (cómo no, de Wikipedia):

Sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna necesidad: bebida, en el caso de la sed; comida, en el caso del hambre; descanso (sueño), para la fatiga; sexo para la libido; diversión (entretenimiento), para el aburrimiento; y conocimientos (científicos o no científicos) o cultura (diferentes tipos de arte) para la ignorancia, la curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades.

A pesar de haber tantos tipos de placer, la gente lo suele relacionar la mayoría de las ocasiones con el deseo, con la atracción hacia otras personas y lo que se puede sentir con éstas, incluso directamente con el sexo. Tanto es así, que muchos de nosotros pensamos que si no hay placer, las cosas están incompletas.
El placer en sí nos tiene sometidos, todo lo hacemos en busca de él. Ya sea comer, descansar, divertirse o tener sexo, como se puede apreciar en la descripción del segundo párrafo. La gente practica el sexo para obtener placer, no con fines reproductivos, razón más que obvia por la que existe esta forma tan poco refinada de perpetrar la especie humana. Eso de tener descendencia ha pasado a un segundo plano, se le da más importancia al placer que provoca relacionarse con otra persona mucho mas allá de lo que hubiéramos podido imaginar hace siglos.

Por desgracia, todas las cosas tienen su parte buena, y su parte mala. Y el placer tampoco se libra. Muchas veces, el ansia de satisfacción que tiene alguien lo lleva a hacer cosas de las que podría llegar a arrepentirse. Por ejemplo, la impaciencia por ser querido por alguien, más allá del amor familiar que nos acoge desde que nacemos. O por querer guardar ese afecto, ese amor para sí mismo, ocultarlo al resto de gente y hacer con él lo que le plazca. El amor es a la vez el mejor y el peor sentimiento; lo que más placer puede hacer sentir, y a la vez, decepción, rabia, frustración, desesperación… 

Javier Cuenca Martínez , Cosas de un Cabrón en Potencia

Retrato de un futuro fracaso humano: Entrega 10

Vio a Sahmuel a lo lejos. El reencuentro que tanto esperaba la llenó de esa absurda y bobalicona felicidad que sienten quienes esperan su sueño sentados. Una estampa que enmarcaría como uno de sus mejores recuerdos camuflados en aquella grisácea niebla de conflicto bélico. Reencontrarse con su aprendiz, Sahmuel, iba a ser un acontecimiento a celebrar.

Aceleró su marcha con esperanza de conseguir abrazar mucho antes a su querido judío. No obstante, esa esperanza se desvaneció por muy veloz que corriese al avistar a un individuo con un arma apuntando a la sien del joven. Trató de advertir al muchacho de aquello tan impactante e inesperado que estaba presenciando con el fin de salvarle la vida. Sin embargo, el desconocido fue mucho más hábil y preciso en sus actos.

La joven pintora comenzó a correr rápidamente, como si todavía pudiese hacer algo para impedir aquel desastre que, al doblar la esquina vería materializado. Ese color borgoña que tanto empleaba en sus cuadros brotaba de la cabeza de Sahmuel. No respondía. Tal vez estuviese solamente inconsciente. No obstante, eso no fue así. Palpó con la yema de sus dedos el cuello del judío para comprobar si su corazón todavía latía, pero este ya había cesado. Una lágrima brotó de sus derrotadas pupilas al mismo tiempo que alzaba su voz con sinceridad: ¡Maldigo a este puto régimen y al cabrón que lidera todo este holocausto!.

Creía que estaba sola, por eso se desahogó gritando a los cuatro vientos semejante falta de respeto a su gobierno. Sin embargo, emergiendo de la oscuridad más absoluta, hicieron acto de presencia tres soldados que lucían una esvástica en su uniforme. Estos, con mirada de perros sarnosos con deseos de hincar el diente a una presa fácil, la apuntaban con sus armas de fuego.

Haciendo caso omiso a su inmediato futuro que se auguraba bajo tierra, cayó en la cuenta de una llave que colgaba sobre el cuello de Sahmuel. Se la arrancó y leyó una inscripción grabada sobre el frío material con el que había sido forjada: Toledo.

En ese mismo instante, alguien disparó a los dirigentes nazis, alguien que se situaba detrás de la joven. No podía creer lo que había ocurrido, se encontraba atónita. Quiso entonces darse la vuelta para mirar fijamente los ojos de su salvador. Quiso pero no pudo, porque aquel extraño ser que había entrado a escena para evitar su muerte, la golpeaba ahora en la cabeza con una áspera estaca de madera.

viernes, 4 de enero de 2013

Lo intelectual, no lo apetecible

Sapere aude! Lo intelectual es difícil de adquirir y hay que arrojar valor en la batalla para atreverse a saber, tal como reza este conocido latinismo.

Es tan sencillo moldear un cuerpo bronceado y vacío de carácter y personalidad que se convierte en nuestro prototipo de mujer u hombre ideal. Unos meses en un gimnasio o un par de operaciones de cirugía estética y alcanzamos la cumbre de la perfección, representando el patrón de belleza ideal.

El modelo estético ha variado a lo largo de la historia, pudiéndose observar de forma muy precisa en pinturas de artistas reconocidos. Las tres gracias de Rubens, quienes lucen un torso desnudo de curvas vertiginantes y sin ningún atisbo de flaqueza, pone de manifiesto que el ideal del Renacimiento es antagónico al de la actualidad, un modelo de raquíticas y maquilladas súper modelos.


No obstante, nunca hemos establecido unión entre la hermosura del ser humano y su inteligencia y su razón. A nadie ha importado lo sabio que pudiera ser alguien en el instante de la atracción sexual. Tal vez su popularidad (y su asiduamente relacionada riqueza) pudiera ser aliciente en el enamoramiento, pero su coeficiente intelectual siempre ha carecido de relevancia. Sí, actualmente las mujeres suelen decir que, además de un hombre divertido y atractivo, desean que no sea un ignorante y, también, alzamos la voz repitiendo como papagayos aquello de la belleza está en el interior. Sin embargo, todavía no podemos negar que un cuerpo estilizado no causa un gran impacto en nosotros.

El colmo es hasta donde se ha rebajado la importancia de la sabiduría en la actualidad. La apariencia sí que nos importa, hasta el punto de preferir a un líder que cuide su recatado aspecto a uno que sepa manejar el asunto con valentía y precisión. Por eso, los inteligentes se esconden detrás del telón del teatro que es la vida e, incluso, deben esconder esta cualidad para ser aceptados en una sociedad construida por estúpidos.

Aún no lo sé, si soy sabio o no, si yo todavía tengo que aprender, si la vida no me enseñó. No puedo presumir en mi temprana vida de una magna inteligencia, eso me convertiría en un absoluto idiota. No obstante, ansío conocer y aprovecho cualquier ocasión para hacerlo. ¡Oh, mundo cruel! ¡Danos de beber de la cicuta como al prudente Sócrates a los que nos atrevemos a saber!